35. Erase una vez

            

  • Son hijas del nublo y del aguijón,
  •  del deseo y la pasión,
  •  de un te quiero, un no me olvides.
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  • Son historias de amor y cicatrices,
  • de  "erase una vez y no comieron perdices".
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  • Como esta que encontré de madrugada
  • medio ahogada en un charco de ginebra
  • y sonriendo coqueta me preguntó:
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  •     - Amor, ¿te acuerdas de mí?.
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  • Llegó como un duende del pasado
  • -el ayer vive a la vuelta de la esquina de hoy y aquí-.
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  •     -Te juro que saldré de tu cabeza
  •     si escribes un poema que diga que fui,
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  •     La boca que jamás te dijo te quiero,
  •     un corazón sin dueño, los labios prohibidos.
  •     El cuerpo que nunca desnudaste,
  •     la piel que acariciaste solo en sueños.
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  •     La que eligió estar sin ti, a estar contigo.
  •     ¿Sin tí?, ¿Contigo?...Sin ti.
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  •     Anda-me dijo-Llévame a un rincón
  •     y a solas, de corazón a corazón,
  •     pregúntame si te he querido....
  •     Y luego, cuando me haya ido,
  •     viste con primor esta hija de los dos y échala a volar.
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  •     Se fue como llegó, sin avisar,
  •     dejándome el calor de su aliento en el oído.
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  •     -Adiós, sé que te hará llorar escribir una canción
  •      a lo que pudo haber  sido...
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  •   Junio 2009
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