No sé de donde salió,
pero allí estaba a mi lado.
-“Ya sé que estás triste- me dijo-
cansado y decepcionado.
Ven- sonrió, y se cogió de mi brazo-
hoy tengo el día libre,
si quieres hablamos…”
-Si tanto sabes de mí,
debes ser alguien muy sabio.
Explícale, como a un niño,
a este pobre anciano, ¿Porqué?
¿Por qué tanto dolor,
porqué nos matamos…
Porqué tanto egoísmo
si somos hermanos?
¡Porqué!
-No sé porqué estoy aquí,
de donde vine, ni a donde vamos.
No sé si eres ángel, hombre, Dios o diablo…
-Qué importa quién sea,-dijo-
solo hago mi trabajo…
Siempre estuve contigo
y nunca me lo has preguntado…
Solo puedo decirte
que tu mundo es imaginado,
y que ha sido y será
lo que hagan de él tus manos…
-Hablas, hablas, hablas…
pero no me has contestado…
¿Dime porqué tanto dolor,
porqué nos matamos…
Porqué tanto egoísmo
si somos hermanos?
¡Porqué!
...No entiendo nada,
este mundo es tan extraño…
No entiendo nada.
Estoy tan cansado…
…Estoy decepcionado.
Diciembre 2016