Como una suave brisa que acaricia el alma,
como una dulce melodía susurrada, sin palabras…
así llegaste a mi vida…
Suave, suavemente,
sin que oyera tus pisadas
Poquito a poco desnudamos el alma
Compartimos sueños, cicatrices y recuerdos
de una infancia y una juventud lejana…
Suave, suavemente…
entre sonrisas y lágrimas.
Suave, suavemente…
llegaste a mi vida para quedarte y cambiarla.
Quédate, te pedí, por favor no te vayas
y dijiste que sí…
y te amé con pasión, como si no hubiera un mañana…
Suave, suavemente…
llegaste a mi vida para quedarte y cambiarla…
Suavemente…
© isidromartinezpalazón Mayo de 2018