…Yo, por aquel entonces, era solo un veinteañero,
ignorante y soñador,
sólo un aprendiz,
tú, un maestro para mí, serio y exigente,
pulcro y exquisito en tu forma de decir….
No coincidimos nunca en el mismo escenario,
pero sabes que hubiera sido
un honor para mí…
Cuando hoy, en el salón de casa suena la “ Cumparsita”
los recuerdos dormidos
despiertan tu violín…
Sabes que mi “ Marieta”, nunca te ha olvidado
y conserva aquel cariño
que siempre tuvo para ti
y cuando, como hoy, tu canción preferida
la lleva a su pasado
una lágrima escapa
y se acuerda de ti
El cariño que siente muy dentro de su alma
a mi hermosa “percanta”
le hace llorar por ti…
…y cuando escucha, como hoy,
tu canción preferida
aunque estés dormido
llora tu violín…
Y cuando, como hoy,
suena la “ Cumparsita”,
aunque estés dormido….
habla tu violín, por ti…
© isidromartinezpalazón Diciembre de 2018