- Para días de vino y rosas,
- los de aquella primavera
- de pasiones y quimeras, de no sé qué año fue.
- Malas tardes las de otoño para la melancolía,
- se esfumó la fantasía de aquel mayo francés
- que abrió puertas a patadas, solo por hacerme ver
- que siempre será Babel este charco de ranas.
- Nada, nunca cambia nada;
- hoy siempre es ayer disfrazado de mañana.
- El alma se queda triste como una estación vacía,
- canta Dylan con Sabina en un banco del andén....
- En el tren de cercanías, de la calle hasta el poder,
- perdió la imaginación sueños y adrenalina.
- Nada. Nunca cambia nada.
- Pase lo que pase, digan lo que digan,
- nunca cambia nada.
- Nada. Nunca cambia nada;
- están gordos los perros para ir de caza….
- Diciembre 2005